LOS MUERTOS Y SU RELACION CON LA CULTURA YORUBA.

Para explicar con mayor claridad este concepto, considero partir desde el momento en que una persona muere, por lo tanto, debemos de ubicarnos en la llamada ceremonia de LLANTO. La ceremonia de llanto no es otra que lo que se llama ceremonia fúnebre en otras tendencias religiosas, es decir, el momento en que una persona muere y sus seres queridos y allegados acuden al funeral a rendir sus respetos. 

 

 

Dentro de las culturas africanas, se le da una importancia muy notable y prueba de ello es que las ceremonias mortuorias son muy complejas. Pero lo primero que hay que entender es que la muerte no es una ruptura con un mundo material o personal, con aquellos que en vida conocieron y amaron o quisieron al difunto. La tradición yoruba refiere que la muerte es la extensión de la vida. Se asevera que una vez que una persona muere, pasa la barrera con la muerte física, y el ahora fallecido es susceptible de convertirse en un ente de vida cotidiana o de la vida ritual de aquellos que lo conocieron y apreciaron en vida. La mayoría de los filósofos opinan que para que este proceso se materialice, se requiere de tratamientos especiales llamados rituales, los cuales son muy complejos y en la mayoría de los casos largos. Desde otro punto de vista, la muerte es una construcción social y ritual. 

 

 

Desde otro punto de vista podríamos decir que  cada tendencia africana cubana, tiene sus propios matices, ya que los rituales en Palo, Ocha, Ifa y espiritismo son completamente diferentes, aunque todas estas tendencias están conectadas entre sí, las distintas identidades religiosas hacen que el trato sea diferente y especifico. Es por ello que interviene en este punto distintas prácticas de acuerdo a la naturaleza de la rama a la que pertenecía el religioso ahora difunto.

 

 

Dentro de las tendencias africanas, es de suma importancia el cuidado y atención de los muertos y esta tendencia es aún más marcada en la tendencia Espiritual del Cordón, los cuales consideran que dicha atención es una extensión del ser humano con el espíritu del difunto, para poder accionar las llamadas fuerzas paranormales. Todo religioso debe considerar de suma importancia mantener una relación estable con estos seres muertos, se dice y documenta en distintos libros como “El espíritu Santo” y “Muerte, muertos y santos” que es necesario llevar una relación estable con ellos, ya que, de no ser así, el religioso puede enfermar o pasar por situaciones difíciles en cualquier ámbito de la vida. Por ello se les ofrenda cigarro, puro, café, alcohol, agua, sal, luz, y toda aquella comida que el difunto degustaba en vida. 

 

 

Desde otro punto de vista, todo religioso debe entender que una persona antes de ser religioso paso por una iniciación, la cual debe seguir cierto orden dependiendo de la tendencia en la cual inicio, llámese Palo Monte, Vodú, Abaku, Santería e Ifa entre otras. Bajo la Teoría que todo iniciado o Religioso nunca puede retroceder, su nivel de espiritualidad día a día debe crecer y esto se logra precisamente con ese culto a los muertos. Aquí es necesario precisar que “EL MUERTO ESTÁ POR ARRIBA DE TODO” 

 

Hasta este punto podemos detenernos a meditar y razonar el papel importante de los muertos dentro de las tendencias africanas, ahora es preciso establecer que cualquier religioso o sacerdote al fallecer puede seguir cumpliendo con una función religiosa o quitarle este atributo médiente la ceremonia del ITUTO. En el primero de los casos ahora puede pasar a estar dentro del cuadro espiritual de sus allegados religiosamente hablando, primero como ancestro dentro parentesco ritual, segundo como muerto el cuadro espiritual de un vivo o como un nfumbi de palo, pero en este punto surge una discusión; la cual siempre recae en que el muerto se queda atado a un mundo material y no puede tener su transición al mundo espiritual y, por lo tanto, este difunto nunca encontrara su descanso eterno. Pero este mismo principio también se discute en el supuesto de la iniciación en Palo, cuando el Neófito es rayado, puesto que ahí nace un pacto de sangre, el cual no se termina ni en esta ni en la otra vida. Generando asi una situación de atraso con el muerto, pero otras tendencias subrayan que mientras un muerto se ha atendido, querido, recordado y respetado, siempre se tendrá progreso, de ahí la famosa frase: LUZ Y PROGRESO…

 

 

Por su parte, una tercera postura establece que la naturaleza de las ceremonias fúnebres, antes y después del entierro, tienen como finalidad asegurar la transición del difunto de la vida material a la vida espiritual; además de abrirle caminos hacia su nueva vida.  En Cuba, por citar un ejemplo, cuando un religioso muere, su funeral tiene lugar por lo general el mismo día o más tardar al día siguiente y es aquí donde empiezan las distintas etapas fúnebres:

 

 

1.- Interrogaciones adivinatorias médiente el oráculo.

2.- Preparación del cuerpo.

3.- Velorio. (Los paleros lo llaman; llanto.)

4.- Entierro. 

5.- Ritual final, el cual puede variar en tiempo, ya sea en semanas, meses e incluso años. 

   

 

Recordando una plática que tuve con el Oluo  LEONEL GAMES, sostenía que hay dos tipos de muerte, la violenta o la natural, respecto a la primera el refería:

 

  

“Cuando una persona fallece de forma violenta, dolorosa o de gran agonía; se debe asociar con un orisha para entenderla, ejemplo; una muerte por arma de fuego o atropellamiento se le atribuye a Oggun, si es debido al fuego a Shango, ahogamiento a Yamaya o Oshun. Para los yorubas este tipo de muertes no tiene mérito para ser venerado después de muerto. Ya que esta mala muerte se asocia con malas artes, la mala práctica religiosa o por artimañas utilizadas por el enemigo de hechicería, atribuyéndose esto al orisha IYAMI OSORONGA”. -Irónicamente el día 7 de octubre del año 2014 El Oluo Leonel Gámes, fue asesinado en su casa en la delegación Tlalpan de la Cd. De México. LUZ Y PROGRESO…- De acuerdo con la Filosofía Yoruba, al momento de morir es Babalu aye el que lleva el IWIR al cementerio, donde es recibido por Obba en donde Yewa acompaña al difunto dentro del féretro y posteriormente Oya acompaña al alma hasta el cielo donde Olofi recibe al Alma.