LA SANTERIA, PATRIMONIO CULTURAL DE LA HUMANIDAD.
La historia indica que durante los siglos XVI Y XIX después
de Cristo, los europeos en un afán de extensión territorial de manera indirecta iniciaron un fenómeno
llamada transculturación. Con el trafico de esclavos del Europa a América se calcula que fueron
millones de personas traídas de África al nuevo mundo. Cuba jugó un papel
geográfico de suma importancia debido a su posición geográfica. Es por ello que
en cubo durante estos siglos se manifestó un fenómeno social que consistía en
agrupación de personas de acuerdo a su ideología y preferencia religiosa,
llamándoles cabildos.
El investigador en etnografía y escritor Rafael López Valdés, considera que «... la formación del etnos cubano implicó un proceso de siglos en el que intervinieron dos grandes raigambres, una hispánica y la otra africana. Al tiempo de la llegada de los europeos y del inicio del tráfico de esclavos con destino a Cuba, cada una de estas grandes raigambres representaba, de hecho, un conglomerado étnico, dividiéndose de la siguiente manera:
A) Siglo XVI – 1880:
El investigador en etnografía y escritor Rafael López Valdés, considera que «... la formación del etnos cubano implicó un proceso de siglos en el que intervinieron dos grandes raigambres, una hispánica y la otra africana. Al tiempo de la llegada de los europeos y del inicio del tráfico de esclavos con destino a Cuba, cada una de estas grandes raigambres representaba, de hecho, un conglomerado étnico, dividiéndose de la siguiente manera:
A) Siglo XVI – 1880:
Lucumís y subgrupo arará
Carabalís y subgrupos sudanés y semi – bantú
Mandinga y subgrupo gangá
Hamito – negroides, provenientes de los reinos Oyó, Dahomey, Ardra, Congo,
Sudán, Mani – Inga, Ganagarra, y otros, ubicados en puntos diferentes de la
geografía africana, de los cuales fueron separados violentamente para ser
sometidos a la barbarie que representó y aún representa la esclavitud.
B) 1880 – 1887:
Cabildo de Nación Arriero de negros criollos.
C) 1887 – 1899
Cabildo Carabalí Unardi – Calle Aguacate
Cabildo de Nación Duni – Del Convento de Belén a Muralla
Cabildo de Nación Yndurí – Barrio de Belén
Cabildo de Nación Ybo – Barrio de Belén
Cabildo de Nación Agro – Calle Gloria
Cabildo de Nación Mina Agüagüí – Barrio Monserrate
Cabildo Mina – Popó, Costa de Oro – Calle Esperanza No. 118
Cabildos de Nación Congos Maconga y Luangos – Calle Villegas
Cabildo de Nación Congos Reales – Calle Florida No. 46
Cabildo de Nación Lucumí – Calles Muralla, Merced y Barrio Jesús del
Monte
Cabildo de Nación Arará – Cuerano – Calles Antón Recio No. 70 y Villegas
No. 18.
Los orishas estarán en
un orden espacial rigurosamente jerárquico, en el «canastillero», especie de
escaparate o vitrina, dentro de recipientes a los que se les llama soperas, que
pueden ser las de las vajillas de porcelana o de cerámica, de barro o de güira,
como eran originalmente en África. Las deidades africanas están contenidas en
piedras dentro de estas soperas siempre cubiertas, tapadas, adornadas con
mantos y manillas de metal, atributos relativos al santo -hachas dobles,
abanicos (abbebes), espadas, herramientas, animales, juguetes de loza,
coronas si el santo es rey o reina y ofrendas de comida, bebida, frutas y
velas. Hay santos que están contenidos en otros recipientes: Osain vive
en un güiro adornado con plumas; Changó en un pilón de madera,
barro o porcelana, ricamente adornado y cubierto con sus collares de mazo,
hachas, espadas y otros atributos bordados o pintados con sus colores. Oggún se
representa en un caldero de hierro de tres patas, con todas las herramientas de
hierro filoso y de trabajos agrícolas.
Los guerreros, Eleggua, Oggún y Ochosi viven
junto a la puerta de la calle, cerrados en un pequeño armario. Puede haber
también imágenes representativas de orishas africanos en
tallas de madera o piedra: Osainpuede aparecer en una talla a la
que le falte un ojo, una pierna, un brazo, una oreja; Ochosi aparece
como un arco con una flecha; Eleggua puede estar en un caracol
(Strombus giga) dentro de una cazuelita de barro, con la cara detallada
con caracoles diloggun (cyprea moneta) en los ojos y la
boca. También puede haber tallas de Changó vestido con
pantalón blanco, chaquetilla roja y un hacha doble en la cabeza (Oché),
otra en una mano y una espada en la otra. Todas las piezas estarán decoradas
con los colores y números simbólicos de cada santo. Se usan profusamente las
cuentas -ñales y matipós- con que se arman los
collares. Todos estos atributos y santos, con mayor o menor presentación lujosa,
identifican la casa de un santero. Tal cual se venia realizando en la
antigüedad y es justo esto lo que resalta en un toque cultural, digno de
estudio.
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